Decidimos entrar al cubículo donde estaba la poceta para tener algo de privacidad, ciertamente que no es el lugar mas cómodo, pero uno se las ingenia... El tipo blanco se sube en la poceta y yo le doy un chapetón de velocidad mientras me bajo el pantalón y me subo también, ofreciéndole mi culo ya jugoso y deseoso de que me cogieran.
Ahí estábamos los tres, uno me lo metía y yo sentía una corriente de calor y placer que me recorría todo el cuerpo, algo tenso mientras mi culo se acostumbraba a semejante trozo de carne que se esforzaba por entrar en mi agujero, el moreno me besaba y acariciaba mis nalgas como para relajarme y fue ahí cuando entró todo el pene del blanco en mi culo; mi quejido se quedó ahogado en la boca del moreno.
Lo mismo que le pasó al de la pertiga,el pobre.
Hace 4 meses
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