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8 sept 2009

Desde aquél momento quedé fascinado con todas las sensaciones que hacer aquello me provocaba una tremenda excitación que ponía mi pene durísimo, una vez introducida la vela, luego me masturbaba, a su vez trataba de meter y sacar la vela de mi anorrecto simulando lo que ya sabemos, sí, una penetración, claro en ese entonces no tenía pareja, ni novio, ni amigo alguno para que me lo hiciera real, pero la vela fue un buen "consolador", jeje...


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